Si para muchas personas este cambio de presencial a virtual fue difícil, pues para nosotros también. Pasamos de unas vacaciones obligadas, a un trabajo de ardua producción. Al inicio nos tomamos un descanso, pues no vimos mayor problema que esperar quince días, conforme pasó el tiempo a treinta días, nos pusimos manos a la obra.
Crear cursos virtuales, no era nada sencillo, pues no había muchos ejemplos de quienes aprender o guiarse; muchas instituciones estaban en pruebas de clases virtuales y muchos padres disconformes del servicio que recibían. Era momento de alejarse de lo que ya existía y empezar a crear.
Lo más fácil era “pasar lo presencial a virtual”, suena sencillo y muchos lo hicieron; sin embargo para nosotros era imposible lograrlo debido a que nuestras clases presenciales se basaban en trabajo en equipo y dinámicas grupales que tenían como objetivo fortalecer su seguridad y mejorar las relaciones sociales de niños y adolescentes.
Si crear es nuestra constante pues era muy fácil hacerlo; sin embargo se hizo complicado el hecho de pensar que un alumno se divierta y aprenda a través de una pantalla; además combatir el mito de que “ el alumno mira la pantalla, como ver la tv”. Todo empezó a perder color, y poco a poco íbamos perdiendo las esperanzas de poder continuar con Mundus Artis.
Supongo que tocamos fondo, pasó un mes y no teníamos nada, era momento de avanzar o cerrar. Vimos que no teníamos de otra, más que tomar una decisión, pues era el momento de salir adelante. Contra todo pronóstico nació el primer taller “Oratoria para niños” , teníamos los objetivos y las rutas bien marcados; solo nos faltaba probarlo antes de lanzarlo al público. Sacamos videos dinámicos y los mandamos a familiares; para medir cómo los niños mantenían su atención y si entraban en práctica. Luego de varios retoques y modificaciones ya teníamos el taller a la venta.
Creando angustias…
La etapa de creación de talleres virtuales es la más ajetreada, si bien es cierto todos nuestros talleres presenciales han sido creado por nosotros, esta vez nos tocó hacer un trabajo más minucioso, básicamente iniciamos una investigación dónde los libros son nuestros mejores aliados, luego es momento de plasmar objetivos de cada sesión, viendo que haya un progreso paulatino en cada una por niveles; para entrar a la diversión iniciamos con concretizar en dinámicas., para lo cual necesitamos muchísimos estímulos que despierten nuestros sensor infantil; la calle, las revistas, la tv, la situación, etc, todos fueron estimulantes de creatividad., con lo que conseguimos nuestro primer taller y estructura de lo que venía en adelante.
Tener el taller no era nada; pues ahora había que conseguir personas que se animaran a invertir en algo nuevo, algo que fue muy difícil debido a la mala experiencia que ya habían tenido con sus colegio o con otras instituciones. Explicarles mediante mensajes fue una barrera, pues la falta de práctica hacía que se perdiera el entusiasmo, y no se concretara la inscripción.
Iniciamos con 5 alumnos y nos enorgullece nombrarlos: Santiago, Vania, Tania, Milagros y Salvador, gracias a ellos, a los cambios que mostraron, a los comentarios positivos de sus padres y sus recomendaciones; pues volvimos a cobrar nuestra pasión y reiniciar con la creación de cursos; esta vez virtual.
Al lanzar nuestros primeros cursos notamos varias carencias de los alumnos en sus hogares, en su forma de aprender y es así como comenzó la creación de muchísimos más talleres. Nos dimos cuenta que podíamos crear de todo, pues habíamos encontrado la forma de cómo el niño pueda mantenerse en actividad física y mental a través de una pantalla.
Los detalles de equipos técnicos, como luz, celular, audio, etc, no nos fueron un inconveniente, pues como especialistas en producción audiovisual, teníamos el soporte para poder trabajar clases virtuales en varios dispositivos al mismo tiempo. El haber enseñado en colegios cursos audiovisuales fue una bendición. Detalles que más adelante les contaremos, pues es una historia y experiencia fascinante donde compartimos muchas aventuras.
Ahora estamos muy agradecidos, con cada uno de los padres que se animaron y se animan a correr el riesgo de conocernos, de hecho una vez que prueban nuestros talleres, quedan encantados con nuestro servicio. Tiene ejercicios físico, mental , diversión y aprendizaje. Sabemos que el futuro nos trae cosas nuevas y solo esperamos seguir con vida para poder seguir creando lo que nos apasiona, ayudando a formar personas para un mejor futuro.